María Luisa Brahm jura como presidenta del TC en medio de la preocupación de sus integrantes por el futuro del organismo
Su trayectoria profesional y la necesidad de una mayor transparencia del organismo fueron clave para su elección.
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Esta mañana asumió, -por segunda vez en la historia del Tribunal Constitucional- la presidencia del organismo una mujer, la ministra María Luisa Brahm, quien resultó electa con el voto de cinco de sus pares que estimaron que ella es la más idónea para encabezar la institución en medio de un periodo en que podrían producirse cambios y en que es necesario que el TC se ajuste a los nuevos tiempos.
Entre los argumentos esgrimidos para inclinarse por su figura, y cuya acta se liberó el viernes pasado, sólo uno de los ministros agregó a una larga lista de virtudes, la necesidad de sumarse a la ola de la igualdad de género, el ministro Cristián Letelier. La mayoría coincidió en que su preparación profesional la capacitan para asumir esta responsabilidad hasta el año 2021.
Según el acta de la sesión, el primer ministro en darle su voto, Miguel Ángel Fernández, dijo que entre los méritos de Brahm para sumir el cargo está su trayectoria, que responde a los desafíos que el organismo deberá enfrentar en los próximos dos años.
Mientras que la ministra María Pía Silva destacó la vocación de servicio de Brahm -quien fue jefa del equipo del Segundo Piso durante la primera administración de Sebastián Piñera-, asegurando que "ha sido rigurosa y seria en el ejercicio de las diferentes tareas que ha asumido en su vida".
Pero, además, Silva fundamentó su voto, señalando que el TC "requiere de un gobierno que haga prevalecer el carácter de órgano colectivo que éste posee, que se funde en los principios de transparencia y probidad, que logre una gestión interna moderna y eficiente, que se vincule tanto con los demás poderes del Estado como con la sociedad y que encauce su acción a perfeccionar el ejercicio de sus funciones propias de índole jurisdiccional".
Mientras que, al exponer su fundamento a favor de la ministra Brahm, el ministro Nelson Pozo expresó su preocupación "por el futuro del tribunal, su transparencia y la independencia judicial, en la medida que, como jueces, juzgamos y somos juzgados", en una línea crítica similar a la de sus predecesores, lo que da cuenta de las inquietudes que marcaron la elección del nuevo presidente del TC.
Ello, porque tanto el ministro Cristián Letelier como Gonzalo García argumentaron en una línea muy similar, abogando por la necesaria mayor transparencia y modernización, del organismo.